jueves, 19 de marzo de 2015

El Ultraísmo.



El Ultraísmo fue un movimiento literario, aunque “rozó” también las artes plásticas, que surgió en España a inicios del siglo XX, concretamente entre los años 1918 y 1925. Fundado en Madrid de la mano de Rafael Cansinos-Assens y siendo su principal representante  Guillermo de Torre, fue un ingrediente principal en el desarrollo de las nuevas vanguardias posteriores.

Se difundió a través de pequeñas revistas, las cuales tenían una corta existencia y  pocos ejemplares publicados por cada número. Esto era debido a que la mayoría eran autogestionadas por los propios colaboradores, los cuales, en su mayoría escritores jóvenes, utilizaban dichas publicaciones como plataforma y punto de encuentro entre diferentes corrientes vanguardistas.
Algunos ejemplos de dichas publicaciones son Grecia, Horizonte, Prismas y las homónimas Ultra publicadas en Oviedo y Madrid respectivamente.

El movimiento Ultraísta surge como opositor al Modernismo precedente, aunque algunos de sus integrantes son considerados como modernistas tardíos seducidos por las nuevas corrientes del momento. Algunos autores y autoras destacados que se sumaron a esta corriente son: Gerardo Diego, Eliodoro Puche, Humberto Rivas o Lucía Sánchez Saornil, entre otros y otras.

Las publicaciones ultraístas en formato de libro fueron escasas ya que las publicaciones periódicas fueron la principal forma de difusión del movimiento. Teniendo esto en cuenta algunos libros destacados son: Imagen de Gerardo Diego o Hélices de Guillermo de Torre.

Esta corriente no se nutrió solo del talento patrio, sino que contó con autores extranjeros que se sumaron a ella. Destaca a Borges, quien en la madrileña revista Ultra, escribe una suerte de manifiesto sobre su propia visión del Ultraísmo y de la publicación misma.
A Borges se le suman otras voces como la de Forcada Cabenellas o Tadeusz Peiper.

Las artes plásticas, como se menciona al inicio del texto, también se vieron influenciadas por el movimiento. No fue tanto una corriente pictórica ultraísta en si misma sino una especie de complemento a la literatura. Los artistas de la época ilustraban las distintas publicaciones con nuevas formas y trazos, inspirados por las ideas que la literatura les transmitía.

Este efímero movimiento ha dejado contados autores conocidos hoy en día y un incontable numero de escritores que quedaron reducidos a publicaciones en efímeras revistas. Con todo, el Ultraísmo queda encajado en la época vanguardista, una de las más, sino la más, variada rica e interesante de la literatura Española hasta la fecha.

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